viernes, 18 de septiembre de 2015

La familia, clave de la buena salud mental.

La familia es un grupo de personas que conviven y se apoyan mutuamente primordialmente por relaciones de filiación o pareja.
Cada miembro es único y tiene necesidades particulares de acuerdo a su edad y condición, las cuales son suplidas por su propio esfuerzo con el apoyo de los otros miembros.
Cuando todas estas necesidades son satisfechas, hay buena comunicación y armonía entre los miembros de la familia la probabilidad de la aparición de un trastorno mental es baja.
Una buena integración familiar previene el aparecimiento de trastornos mentales.


Los cambios de conducta en las personas debido a un trastorno mental son desadaptativos, se alejan de las personas amadas, abandonan el trabajo y todas actividades sociales como los amigos y llegan incluso hasta ser incapaces de salir de su casa.
Los familiares más cercanos, en especial los padres o la pareja, suelen preocuparse mucho e intentan incentivarlo a buscar ayuda, cuando las consecuencias de sus conductas son muy evidentes.
La persona afectada suele negarse a recibir cualquier ayuda, es entonces cuando la familia entra en la encrucijada entre respetar la autonomía de la persona y obligarlo a recibir ayuda.
Ya que muchos son problemas en los que no esta en riesgo la vida de la persona, optan por no presionar a su familiar y dejan que el problema empeore y se cronifique.
Lo correcto en estos casos es que los otros miembros de la familia se empoderen del problema del familiar afectado y buscar ayuda profesional para la restauración de su salud.


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