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miércoles, 9 de septiembre de 2015

Cuidado Integral del paciente con Enfermedad de Alzheimer



El cuidado y manejo de un paciente con una patología demencial es de importancia extrema, especialmente cuando la eficacia del tratamiento farmacológico ha probado ser de valor limitado hasta el momento.
Se estima que 35.6 millones de personas en el mundo viven con demencia, este número se duplica cada 20 años; 65.7 millones para el 2030 y 115.4 millones para el 2050. La mayoría de este aumento se atribuye a países de bajos y medianos ingresos. No sólo estas cifras impactan, sino también la enorme carga sobre las familias y la sociedad en general.
La familia sigue siendo la piedra angular del cuidado de aquellas personas que han perdido su capacidad de vivir de manera independiente, como son los enfermos de alzhéimer y otras demencias. Siendo el  conocimiento del cuidado y del manejo de estos enfermos, la herramienta terapéutica de más valor hasta el momento, es de suma importancia el proveer a las familias y a aquellos que los cuidan, con reglas y pautas claras y puntuales de ayuda, para hacerles la tarea algo más fácil. ¡El conocimiento es poder!

 

 

Principios Generales del Cuidado Integral


a. Determinar la presencia, severidad e impacto de los síntomas psicológicos y conductuales de la demencia.
b. Identificar el tipo de disturbio. Por ejemplo, si se trata de apatía (falta de motivación), tristeza, depresión, o más bien es una alteración del comportamiento como agitación, agresividad verbal y/o física.
c. Precisar la frecuencia y horario de presentación del disturbio y conocer la reacción que causa en el paciente, el cuidador y la familia. La mejor manera de hacerlo es preguntando: ¿qué?, ¿cómo?, ¿cuándo? y ¿dónde sucede?, ¿en presencia de quién? Es necesario responder a estas preguntas por un periodo de dos semanas, para comprender mejor la ocurrencia, frecuencia y severidad del síntoma que queremos modificar.


d. Buscar factores precipitantes. Rara vez el síntoma no tiene factores que lo disparan, de manera que es importante observar muy cuidadosamente los eventos que preceden a su presentación.
e. Someter al paciente a evaluación clínica por un médico especialista
f. Evaluar y restablecer las funciones sensoriales. El deterioro visual y auditivo puede precipitar la presencia de los síntomas conductuales, siendo importante el diagnóstico y tratamiento correctivo de estas deficiencias.
g. Controlar el medioambiente. Evaluar y adecuar correctamente el ambiente donde se desenvuelve el paciente y donde permanece la mayor parte del tiempo. 


lunes, 7 de septiembre de 2015

6 Elementos Basicos para evaluar una Demencia



1. Memoria:
Síntoma más frecuente a la observación clínica durante el curso de la mayoría de las enfermedades demenciales. Se pregunta si el paciente reconoce que tiene problemas en su memoria; qué cosas se le olvidan, si hay olvidos rutinarios del vivir diario, olvidos de los procedimientos (cómo hacer las cosas), olvidos de identidad; desde cuándo se perciben dichos trastornos; si su comienzo ha sido brusco, sub-agudo o insidioso y si está relacionado con algún evento en particular; su curso evolutivo (progresivo, estacionario, fluctuante o regresivo); si han finalizado los trastornos de la memoria y cómo (de manera brusca o si han retrocedido insidiosamente), etc.

2. Gnosias:
Para evaluar agnosias se pregunta si el paciente se pierde o se desorienta en la calle (manejando un automóvil, viajando en un transporte público o caminando), éste es un síntoma temprano de Enfermedad Alzheimer y muy tardío en la demencia fronto-temporal; si tiene problemas con el manejo del dinero (condición positiva en estadios intermedios o algo más avanzados de la EA y tardío en la DFT); si se equivoca con el cálculo del valor del mismo o es que no reconoce el valor de billetes y monedas; si desconoce rostros familiares y/o no familiares (suele dar positivo en los estadios avanzados de la enfermedad); si puede identificar los diferentes objetos que observa (la respuesta negativa es común en estadios avanzados de cualquier enfermedad degenerativa demencial).



3. Praxias:
Movimientos que requieren de una acción voluntaria, seguida de un plan para ejecutarla, como la acción de vestirse. Las alteraciones de esta condición incluyen: la apraxia para vestirse (alteraciones en la cronología con que se colocan las prendas o la mala colocación de las mismas con respecto a su esquema corporal). El desorden suele comenzar a manifestarse como una dificultad para realizar el nudo de la corbata o para amarrar el cordón de los zapatos.
Este tipo de apraxia se indaga preguntando si el paciente suele mostrar problemas para vestirse o si requiere ayuda para ponerse o abrocharse la ropa. En los estadios avanzados de EA suele observarse dificultad en el manejo de los diferentes objetos, lo que se traduce en alteraciones propias de la praxia de las ideas.

4. Lenguaje:
Las preguntas recomendadas en este apartado exploran: si el paciente tiene problemas para decir las palabras que desea producir (fenómeno de “lo tengo en la punta de la lengua y no me sale”), esta característica puede observarse en el curso de enfermedades demenciales o no, así como también en la fatiga intelectual; si comprende en forma adecuada lo que se le dice; si se “va por las ramas” o cambia de tópico cuando está con otro interlocutor; si está capacitado para comprender lo que lee, y si puede escribir en forma adecuada lo que desea expresar.



5. Atención:
La atención selectiva hacia un objeto o tarea comienza a deteriorarse en los estadios iniciales e intermedios de la EA. Pero lo que se manifiesta primero (aun en el envejecimiento normal), es la afectación en la capacidad de atención dividida, o sea “prestar atención a más de una tarea a la vez”. Para explorar este rubro se pregunta si el paciente se queja de no poder concentrarse en una tarea específica; si se observa que no puede prestar atención a más de una estímulo por vez; si los ruidos o las voces del ambiente lo distraen con facilidad; si el paciente se nota como ausente y parece que “mira sin ver”. Las dos primeras condiciones, se presentan durante los estadios iniciales y las dos últimas, en los estadios tardíos de una enfermedad degenerativa demencial.

6. Funciones ejecutivas:
Son las capacidades que nos permiten la resolución de los diferentes desafíos que se nos presentan durante el vivir diario. Las preguntas que indagan estas capacidades son muy variadas y exploran: si el paciente tiene dificultades para organizar lo que va a hacer durante un día normal; si tiene problemas con la realización de tareas medianamente complejas como cocinar, usar la lavadora de ropa, computadora, etcétera; si el paciente se queja de no poder solucionar otros desafíos que antes le eran más sencillos; si ha notado dificultades en la planificación para solucionar una tarea específica; si han llamado la atención al paciente en su trabajo por errores en la toma de decisiones; si el paciente se equivoca al considerar cuál podría ser el precio de tal o cual objeto. Se le pregunta por ejemplo, cómo procedería si se encontrara en una situación determinada, cuál podría ser la velocidad de una carrera de caballos, cuál podría ser el largo de la columna vertebral humana de un adulto normal; se indaga si el paciente tiene alguna conducta social que demuestre una alteración del juicio; si han notado que el paciente alguna vez se incorpora de la silla como queriendo comenzar alguna acción y enseguida vuelve a sentarse.


LAS DEMENCIAS



Haciendo un poco de historia en cuanto al estado de deterioro mental, recordamos la estructura del término y con ello una vieja definición “de-mens” conformado por el prefijo “de” (ausencia) y el sufijo “mens” (alma, espíritu o inteligencia), como una forma de describir a personas que habían perdido el rumbo de su conducta con un auto-manejo muy comprometido.

En la actualidad, claramente se prioriza al deterioro de la cognición para su definición, pero debemos recordar que el síndrome es complejo y verdaderamente es de tipo cognitivo-conductual ya que se encuentra acompañado por desajustes del comportamiento (no necesariamente cognitivos). Dicho síndrome tiene las características de ser adquirido, multietiológico, espontáneamente irreversible y persistente, de curso estacionario o progresivo (fluctuante o no) y hasta regresivo en alguno de los casos (mediante intervenciones exitosas sobre el curso de la enfermedad demencial), dependiendo de la etiología.

Aunque las manifestaciones más llamativas de las demencias son las pertenecientes al área cognitiva (memoria, aprendizaje, etc.) su funcionamiento GLOBAL se ve afectado en estos pacientes

 ¿Cómo podemos definir a la demencia o síndrome demencial?

Un síndrome de deterioro global cognitivo-conductual, adquirido, degenerativo (en la mayoría de los casos), multietiológico, que va a repercutir en la vida laboral, familiar y social de la persona.

El diagnóstico de las demencias reviste un interés de salud pública, por la creciente prevalencia e incidencia con que se presentan en el mundo, debido al aumento en la esperanza de vida de la población. Sin embargo, su establecimiento es difícil, sobre todo en las personas aparentemente sanas que acuden a consulta por las primeras fallas de memoria.

Una adecuada atención de los pacientes con cuadros demenciales no solo aseguran una mejoría de sus síntomas sino también de su pronóstico y expectativa de vida
La demencia es un síndrome con diferentes y múltiples etiologías (enfermedad de Alzheimer y otras patologías neurodegenerativas, demencias no neurodegenerativas y demencias mixtas), cuyo diagnóstico correcto depende de: una historia clínica completa, con énfasis en las alteraciones que se relacionan con la cognición y la conducta; y una exploración adecuada de las funciones psíquicas.