Con la higiene del sueño se pretende crear mejores hábitos del sueño y
romper con la creencia de que “estos factores ni me afectan ni son
importantes”.
Medidas de higiene del sueño:
1. Mantener un horario fijo para acostarse y levantarse, incluidos fines
de semana y vacaciones.
2. Permanecer en la cama el tiempo suficiente, adaptándolo a las
necesidades reales de sueño. Reducir el tiempo de permanencia en la cama mejora
el sueño y al contrario, permanecer durante mucho tiempo en la cama puede
producir un sueño fragmentado y ligero.
3. Evitar la siesta. En casos concretos, se puede permitir una siesta
después de comer, con una duración no mayor de 30 minutos.
4. Evitar las bebidas que contienen cafeína y teína. Tomadas por la
tarde alteran el sueño incluso en personas que no lo perciben.
5. El alcohol y el tabaco, además de perjudicar la salud, perjudican el
sueño y, en este sentido, se debe evitar su consumo varias horas antes de
dormir.
6. Realizar ejercicio regularmente, durante al menos una hora al día,
con luz solar, preferentemente por la
tarde y siempre al menos tres horas antes de ir a dormir.
7. En la medida de lo posible mantenga el dormitorio a una temperatura
agradable y con unos niveles mínimos de luz y ruido.
8. El hambre y las comidas copiosas pueden alterar el sueño. Evitar
acostarse hasta que hayan pasado dos horas después de la cena. Si se está
acostumbrado a ello, tomar algo ligero antes de la hora de acostarse (por
ejemplo, galletas, leche o queso), no tomar chocolate, grandes cantidades de
azúcar y líquidos en exceso. Si se despierta
a mitad de la noche, no comer nada o se puede comenzar a despertar habitualmente
a la misma hora sintiendo hambre.
9. Evitar realizar en la cama actividades tales como: ver la televisión,
leer, escuchar la radio...
10. Evitar realizar ejercicios intensos o utilizar el ordenador en las
dos horas previas al sueño nocturno.
Para pacientes mayores tener en cuenta además:
1. Limitar el consumo de líquidos por la tarde, sobre todo si la frecuencia
urinaria es un problema.
2. Pasar tiempo al aire libre y disfrutar de la luz solar.
3. Caminar y hacer ejercicio en la medida de sus posibilidades, pero no
cerca de la hora de acostarse.
4. Tener en cuenta los efectos que ciertos medicamentos pueden tener
sobre el sueño.
Los estimulantes a la hora de acostarse y los sedantes durante el día
pueden afectar de forma desfavorable al sueño.