Mostrando las entradas con la etiqueta somnolencia.. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta somnolencia.. Mostrar todas las entradas

lunes, 24 de agosto de 2015

Conociendo sobre "El Sueño"



A pesar de los recientes progresos, todavía no ha sido posible responder a dos preguntas fundamentales: ¿qué es el sueño? y ¿por qué dormimos? El sueño no es simplemente la ausencia de vigilia, ni tampoco consiste en la suspensión de los procesos sensoriales; es el resultado de la combinación de la desaparición pasiva de los estímulos que alcanzan el cerebro y de una activación funcional de ciertas neuronas localizadas en áreas cerebrales concretas.

A pesar de ser una actividad que TODOS realizamos a diario aún nos falta mucho por descubrir sobre el sueño, el por qué de él y los procesos relacionados.
 
Desde los comienzos de la civilización, los misterios del sueño han intrigado a poetas, artistas, filósofos y mitólogos.

Hay numerosísimas referencias al sueño, la muerte y los sueños en los escritos poéticos y religiosos, incluyendo las citas siguientes:

  • «El sueño profundo es similar a la muerte» (Biblia, I Samuel 26:12); 
  • «El sueño y la muerte son similares (...) el sueño es la sexta parte [es decir, una pequeña parte] de la muerte» (Talmud, Berachoth 576); 
  • «Entonces ella [Afrodita] encontró al sueño, el hermano de la muerte» (Ilíada, Homero, circa 700 a.C.); 
  • «El sueño está relacionado con los sueños (...) ¿qué sueños pueden aparecer en el sueño de la muerte?» (Hamlet, Shakespeare); 
  • «Qué maravillosa es la muerte, la muerte y su hermano el sueño» («La reina Mab: un poema filosófico», Shelley).


No hay un momento preciso para el inicio del sueño; más que ello, aparecen de manera gradual modificaciones en muchas de las características comportamentales y fisiológicas  y el procesamiento mental (p. ej., el tiempo de reacción). La somnolencia se inicia al comienzo del sueño, con sensación de pesadez y caída de los párpados; e imposibilidad de ver, oír, oler o percibir las cosas de una manera racional o lógica. En este punto, una persona que intenta dormirse entra realmente en otro mundo que ya no controla y en el que su cerebro no puede responder de manera lógica y adecuada.

Al nacimiento los bebés cumplen mucho más horas de sueño comparado con los adultos, todo esto relacionado con la maduración cerebral y procesos elementales en el desarrollo del niño.
 
Los especialistas en el sueño clasifican en ocasiones a las personas en dos grupos: el «tipo nocturno» (búhos) y el «tipo matutino» (alondras). Los tipos matutinos se levantan temprano con una sensación de descanso y de refresco, y trabajan de manera eficaz por las mañanas. Estas personas están cansadas y se acuestan a primera hora de la noche. Por el contrario, los tipos nocturnos tienen dificultades para levantarse pronto y se sienten cansados por la mañana; sin embargo, experimentan una sensación de refresco y energía hacia el final del día. Estas personas llevan a cabo sus tareas mejor a última hora de la tarde. Se duermen a altas horas de la noche y se despiertan tarde por la mañana.